Las malas lenguas dicen por ahí, que la edad comienza a notarse en los pies, que si la uña enterrada (ya algo en tu cuerpo murió y se enterró: horror!) que si se inflaman los tobillos, que si se cayó el metatarso, los callos, los espolones los juanetes… y que se yo cuantas más… luego, la vejéz sube a la rodilla… sigue por las caderas y por esa área se empieza a complicar la cosa. Por tal motivo me quedo solo en los pies.