Evadir el presente es algo que hacemos todos continuamente y sin que nos percatemos. Es una verdadera tristeza desperdiciar lo único “real” que tenemos: el ahora.Olvidamos que la felicidad es de momento a momento, y no es mañana ni pasado, ni cuando llegue el viaje ańorado, la casa que nos ilusiona, o un ascenso en el trabajo.