Se dice que tenemos varías mentes: la universal o cósmica, la colectiva, la consciente y la subconsciente. De estas dos ultimas es que les voy a comentar.

Recuerdan que en un artículo anterior les mencioné que nuestra mente se iba a resistir a cualquier cambio que deseemos imponerle. Pues esta mente que nos causa la resistencia a lo nuevo, se llama subconsciente.
En nuestro cerebro habitan las dos, la subconsciente y consciente. Cada una actúa y aprende de manera muy diferente. Es aquí donde estriba el problema.

La mente consciente usa los cinco sentidos para adquirir nueva información. Es la mente analítica, la que razona, es pro activa, es la que imagina y crea, y solo está activa el cinco por ciento del tiempo.

La mente subconsciente es la escondida, la misteriosa. Esta mente se nutre de la información que ha recibido durante los primeros siete años de vida. Recopilando y almacenando información como si fuese una grabadora en el cerebro. Aquí habitan nuestras creencias, emociones, nuestras memorias, nuestras habilidades nuestros instintos y es una mente de hábitos. No genera ideas. Su mayor objetivo es preservarnos. No nos podemos comunicar con esta, no razona. Si en algún momento está en conflicto con la mente consciente la primera gana.

La mente consciente puede querer una cosa, pero si la mente subconsciente tiene una programación distinta a nuestro deseo, nada va a pasar.

La mente subconsciente te va a seguir arrastrando según la grabación que tenga almacenada.

Cuando nos ausentamos del presente estamos totalmente gobernados por la mente subconsciente, según el Dr. Bruce Lipton en su libro The Biology of Believe, esta nos dirige el noventa y cinco por ciento de las veces. Lo cual quiere decir que vivimos la gran mayoría del tiempo bajo un estado de programación, en “The Matrix” con creencias, dogmas y leyes que nos han impuesto nuestros ancestros. Muchas son anacrónicas y totalmente obsoletas, evitando y atrasando nuestra necesaria evolución.

La mente subconsciente al ser una mente de hábitos, es muy difícil de cambiar, por tal motivo es que tenemos que ser repetitivos con nuestras afirmaciones y visualizaciones, para ir transformando las indeseadas programaciones con nuevas ideas que sean de nuestra inspiración y beneficio.

La mente consciente es una mente creadora. Y enfatizo: solo estando en el presente, en el ahora, es cuando único podemos crear.

“La repetición armónica de un sonido
produce música …. la repetición armónica de un deseo produce milagros”


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